La sintonía del milenio
En junio de 1997 llovía en Inglaterra como si se fuera a acabar el mundo. No diluviaba tanto en Albión desde hacía 118 años. Los ríos se desbordaban y había tanto fango en los caminos que a uno se lo tragaba la tierra como si fueran arenas movedizas. Como parecía que todo se iba a acabar hubo que buscar una reencarnación de Noé, de su arca y de su habilidad zoológica para emparejar a todo bicho viviente.
Y Dios eligió a Radiohead. (Rolling Stone, marzo '07)
18576397 no es un ningún número de teléfono, ni siquiera el código de una caja fuerte de un banco suizo, tampoco un número críptico. Si lo 'googleais' podéis ir pillando alguna pista. Pero tranquilos, ya os lo digo yo. Es una referencia, un instante y también una fecha: 18:57 horas, del 6-3-97. Un momento clave en la historia de la música moderna: 'Ok Computer', la obra cumbre de Radiohead, se daba por finalizado. Ahora se cumplen poco más de 10 años de su lanzamiento.
"Estábamos en mitad de ninguna parte", dijo Thom Yorke (voz y alma torturadora del grupo), "y cuando parábamos de tocar lo que quedaba era el silencio puro. Abrías la ventana y nada. Era como un silencio antinatural. Ni los pájaros cantaban. Era un puto espanto".
Ok Computer marcó un cambio radical en Radiohead. Hasta entonces habían publicado Pablo Honey (1993) y The Bends (1995), dos discos fácilmente escuchables, y habían escrito Creep, todo un himno generacional. Pero necesitaban algo más. Dar el gran salto. Y todo ese potencial que se vislumbraba en sus dos primeros discos quedó plenamente plasmado en Ok Computer.
Es un álbum perfecto. Un gran ejercicio de creatividad donde se mezclan la paranoia, el asco, el sarcasmo, la tristeza, el pánico, el caos, la depresión...Todo un viaje de sensaciones. O si no, ¿cómo se entiende pasar de la obsesiva y atormentada Climbing Up The Walls a la apacible No surprises?
El disco incluye Paranoid Android, seis minutos de plena desesperación en tres tiempos, el mejor hijo legítimo del Bohemian Rapsody, de Queen. Fue el primer sencillo del disco, y además grabado en una sola noche por el resto del grupo. Cuando Yorke se levantó al día siguiente, alucinó con los resultados. "Metí la letra en una toma, alimentándome de la energía que habían creado mis compañeros".

Ok Computer fue también una crítica a su tiempo. Un drama de guitarras retorcidas y de desazón ante el fin de milenio, a la tecnología, a las máquinas. Pero Thom Yorke lo explica mejor: "No va exactamente de ordenadores. Era el ruido que oía en mi cabeza después de un año y medio de viajar, trabajar con ordenadores y ver la televisión".
Con el paso del tiempo, y ahora con 10 años a sus espaldas, Ok Computer ha ensachado su grandeza. Pasa por ser el mejor disco de los noventa y algunos lo comparan con Sgt. Pepper's, de los Beatles.
Ya lo creo.