viernes, 20 de octubre de 2006

Different Class. Palabras mayores.




No es el disco perfecto porque el disco perfecto no existe. Pero le falta poco.

Different Class era un álbum que perseguía desde hace tiempo. No lo encontraba en ninguna tienda, comercio o centro comercial. Y eso que repasaba los discos situados en la 'P' de arriba a abajo. Pero nada. Hasta que ayer me encontré con él. (FNAC, te amo. Gracias por venir a Murcia). Allí estaba. Oferta, 7.95. Por fin.

Quizá no marcó un antes y un después en la música británica porque en ese año, 1995, vieron la luz otras joyas como (What's The Story) Morning Glory? (Oasis), The Great Scape (Blur), Elastica (Elastica) o The Bends (Radiohead). Pero estoy por afirmar que reflejó mejor que ninguno lo que por entonces se pretendía.

Jarvis Cocker, líder del grupo, escribía sobre un mundo sin esperanzas del que la única evasión posible eran irresponsabilidad, drogas y mala uva. Pulp dibujaban el Sheffield natal como un cementerio de fracasados sin mejor ocupación que salir a buscar bronca, beber, bailar y follar, y evolucionaron hasta lograr las mejores crónicas de la agonía de la clase trabajadora británica desde los Smiths. (Galo dixit).

Nadie como Pulp. Un grupo que en 1983 ya había lanzado su primer disco (It). Pero no fue hasta once años después cuando conocerían una gloria no buscada con His 'n' Hers. Luego llegaría el pelotazo con Different Class.

Mis-shapes abre el álbum con su contundente declaración de intenciones: "No tenemos el mismo aspecto que tú ni hacemos las cosas que tú, pero también vivimos por aquí [..] Arriba las manos, esto es un atraco. Queremos vuestras casas, queremos vuestras vidas, queremos las cosas que nunca nos permitiréis. No usaremos armas, no usaremos bombas, usaremos lo único de lo que tenemos más, nuestras mentes".

Todas las canciones son un ejemplo perfecto de que se puede hacer buena música con unas letras para el recuerdo. Disco 2000, otro temazo, cuenta la historia de Deborah, un amor no correspondido desde la infancia y que fue la primera amiga en crecerle las tetas en el colegio a la que todos metían mano menos él.

"Escribí esta canción dos horas antes de conocernos. Aún no sabía tu nombre o qué aspecto tenías. Podía haberme quedado en casa e irme a la cama. Podía haber ido al cine, podrías haber cambiado de opinión y quedar con tus amigos, la vida podría haber sido muy distinta pero entonces, algo cambió. […] ¿?Por qué escribí esta canción precisamente ese día? [..] ¿?Dónde estaría ahora si nunca nos hubiéramos conocido? ¿?Estaría cantando esta cancion con otra persona? No lo sé pero como tu dijiste, algo cambió". Esa es Something Changed.

Pero por encima de todas se encuentra Common People. Es la canción Brit-Pop por excelencia, así como Parklife (Blur) es el disco y Oasis el grupo. Es una maravilla. Jarvis recordaba a la niña rica que años atrás le pidió consejo para vivir con gente corriente como él a cambio de un ron cola. Aceptó, pero la cosa no podía funcionar y acababa escupiendo en un ataque de furia que "...nunca vivirás como la gente corriente, porque cuando estés en la cama por la noche viendo a las cucarachas subir por las paredes si llamases a tu padre podrías detenerlo. Nunca vivirás como gente corriente, nunca harás lo que sea que hace la gente corriente, nunca fracasarás como la gente corriente, tu vida nunca se desvanecerá ante tus ojos, ni bailarás y beberás y follarás porque no haya nada mejor que hacer".

Haced un favor a vuestros oídos y comprad el disco. O al menos bajadlo.


Common People




Traducción y letra del tema

Y al final...Gallegos 2 - Quémalosquesonestosargentinos 1




Fue una delicia seguir a la Selección española durante tres días. 'Seguir' dentro de unos límites, claro. Porque yo no estuve refugiado en esa pedazo de mansión con miles de habitaciones que llaman Hotel Intercontinental en Torre Pacheco, como sí lo estuvieron las decenas de periodistas nacionales que cubrían la información de España. Pero me bastó con ir a las ruedas de prensa, escribir la previa y, por supuesto, acudir al partido junto a esas 33.000 personas que nunca olvidaremos aquel miércoles 11 de octubre.

Voy a intentar resumir lo que fueron esos tres días aunque a buen seguro me voy a alargar más de lo que debería. Así que ya os pido disculpas de antemano por malgastar cinco minutos de vuestro tiempo libre

Lunes 9. Fernando Torres o la paciencia de ser un crack (sólo mediático, para algunos)

Aunque todo comenzó el domingo por la noche. Después de una jornada agotadora, como suelen ser todos los últimos días de la semana (la vorágine de la Liga nos mata), había que comenzar a planear el día siguiente. "¿Quién quiere ir mañana a la rueda de Prensa de la Selección en Torre Pacheco?", pregunta El Moñino. Silencio por respuesta, por parte de todos. La mayoría no podía acudir, por distintos motivos; así que al final decidí ir yo, con mi colega Robe como compañero de viaje.

Llegamos al hotel a la hora prevista: 12:30. Muchos cámaras esperando en la puerta para grabar esas imágenes que posteriormente se ven en los informativos y que duran menos de un segundo, y todavía más fotógrafos. La espera se amenizó cuando apareció José Manuel Estrada, más conocido como 'Pipi', periodista que (y lo digo y no me avergüenzo de ello) me ayudó a meterme en vena este trabajo (Joer..qué tiempos, primero en la COPE y luego en Onda Cero, cuando cubría la información del Madrid junto a Ángel González Ucelay, con José María García como jefe. Eso era RADIO). Pero aquello fue mucho antes de que se convirtiera en un personaje público por salir con la hija de María Teresa Campos, ir a la Isla de los Famosos o enseñar su 'pipón' en una conocida revista nacional. Tirar su pasado por la borda, en definitiva.

Bueno, a lo que iba. El caso es que apareció por allí y enseguida se situaron alrededor de él un grupo de adolescentes (y no tan adolescentes), sobre todo niñas, para fotografiarse con el personaje en cuestión o, lo que es peor, pedirle un autógrafo. Simplemente lamentable.

Ese día hablaron para los medios Sergio Ramos, Luis García y Fernando Torres. Aún no he comentado (aunque lo sabéis de sobra) que fue la semana de Luis Aragonés. Le cayeron muchos palos. Poco se habló del España-Argentina. Mucho menos de la inauguración del estadio. Y sí mucho de Luis.

Así que las preguntas giraron en torno a su trabajo, su continuidad, su relación con los jugadores... Evidentemente no sorprendió a nadie que los tres lo defendiesen a muerte: "Es el más indicado para entrenarnos", "como Luis hay poquitos", "en situaciones como ésta siempre se crece"...Pero sí me sorprendió que en muchas preguntas tanto Luis García como Sergio Ramos callasen como putas, mirasen a Fernando Torres (que estaba en el centro) como diciendo: "Contesta tú, picha". Y Fernando Torres contestaba. Y nunca diciendo gilipolleces, ni pronunciando frases vacías. Siempre mojándose aunque defendiendo a Luis, claro. Crack.

Pero al terminar la rueda de Prensa, que duró cerca de un cuarto de hora, hubo una cosa que me soprendió todavía más. Los jugadores se levantan. Sergio Ramos se va a una esquinita, Fernando Torres a otra. Cada uno con unos 6 o 7 periodistas para entrevistarlos de forma exclusiva. Vamos, que si no habían tenido poco con los 15 minutos de antes, necesitaban entrevistas en directo (para radio) o declaraciones que en días posteriores parecen exclusivas (para televisión). Luis García, a todo esto, desapareció entre la maraña de cables y micros. Se ve que tenía sesión de baño y masaje.

Yo me cansé de esperar. Quería echarme una foto con Fernando Torres pero al final desistí. 20 minutos de charla entre la SER, Radio Marca, Antena 3, Telecinco...Eso como mínimo, porque yo me fui y ahí seguía, con toda una cámara iluminándole todo el rostro. Eso para que luego digan algunos que se esconde demasiado.

Martes 10. Silencio, habla Luis.

El martes se movió en Nueva Condomina. Otra vez, rueda de Prensa. De tres jugadores: Puyol, Albelda y Reina. Y de Luis Aragonés, "el crack de la jornada" (palabras textuales de Raúl Gamonal, de Informativos Telecinco, cuando le pregunté si hablaría el Seleccionador).

De Puyol, Albelda y Reina me sorprendió gratamente el segundo. El futbolista del Valencia rajó sin pudor asegurando que en España "nunca ha habido unión". Se refería por parte de todos: de la afición, de la Prensa..."Siempre hay algo que criticar: ahora Luis, antes Raúl, mucho antes Fernando Torres sobre si era joven o no para jugar con España, el doble pivote del Valencia...". Y qué razón tenía. Además dijo que por eso nunca seremos una Selección como "Italia o Argentina".

Puyol, en su línea. Me parece uno de los jugadores con más carisma sobre el césped que hay en la actualidad. Pero luego todo ese carácter lo pierde delante de una cámara comportándose como un auténtico pusilánime. Pasa de acojonar a estar acojonado. Así de simple.

A Reina lo tenía por un tipo que siempre habla claro y me lo ratificó en directo. "Siempre se dice ¿y si perdamos? No. ¿Y si ganamos? ¿Y si resulta que goleamos a Argentina?". Ole sus cojones.

Se fueron los jugadores y mientras esperábamos a Luis me acercé a la barra que había instalada en la Carpa de la Selección para cerciorarme de que, efectivamente, había comida y cerveza gratis con la que posteriormente nos morbidamos, y bien a gusto, Robe, que volvió a acompañarme, y un servidor.

Sale Luis y se hace el silencio en la sala. La jefa de Prensa da permiso para comenzar con las preguntas pero nadie se atreve a romper el hielo. Pasan cinco segundos y primera cuestión, que evidentemente no recuerdo.

Y la verdad es que vimos a un Luis más alicaído de lo habitual. Contestó desganado, no hizo ninguna gracia de las suyas (que por cierto sí haría después del partido ante Argentina, pobre Gregorio León..jeje) y defendió resignado su cargo asegurando que seguiría sí o sí, aunque perdiésemos al día siguiente. Y tal y tal.....

Miércoles 11. El Gran Día

Y llegó. Sí. Aunque muchos aún no lo creyesen. Ahí estábamos. En una butaca de la Nueva Condomina presenciando el España-Argentina. Lo mejor fue sin duda ver el estadio lleno. Lo peor, que entre la multitud había mucho 'cazaespectáculos', a los que si le preguntas dónde juega Iván Alonso, dudan y te responden: "En el Málaga". Pero bueno...lo importante es que todos pudimos disfrutar de ese espectáculo y de ese momento que esperábamos ansiosos hace ya casi una década.

Luego también estuvo el tema del césped. Lamentable, cierto. Pero fue la excusa necesaria para joder un espectáculo que no mereció esas críticas. Es lo que comentó el día antes Albelda: siempre se tiene que criticar algo.

Y sobre el partido tampoco me quiero extender mucho. Ya lo vistéis. Barrimos a Argentina con un Iniesta espectacular y un Xavi destrozando las redes, por primera vez, en la historia del nuevo estadio del Real Murcia. ¡Nuestro nuevo estadio, murcianistas!

Y eso es todo, majetes.


PD: Al final creo que me he excedido de los cinco minutos que dije. Pero bueno. Os jodeis.

Jeje!

jueves, 5 de octubre de 2006

Mis nuevos ídolos



Se llaman Lucas y Emilio Barbiso. Y están colgados.

Tienen 21 años y son argentinos. Llevan desde las 10:00 de la mañana del jueves haciendo cola en las puertas de La Condomina para conseguir una entrada del España-Argentina del próximo miércoles. Son los primeros. Y van a estar 24 horas esperando. Todo un día. Vaya cracks.

Los pibes están viviendo ahora en Archena y están como locos con el partido. Tanto que aseguran que "no hay nada que se pueda comparar a la albiceleste" y que "esto es lo más grande" que le pueden pasar. Incluso le dan las gracias "a Dios por estar aquí".

Son el fiel reflejo de la pasión argentina. De toda una hinchada. Del sentimiento que vive todo un país cada vez que su Selección disputa un partido. El resto no tiene importancia durante esos 90 minutos.

Por eso, al ver con mis propios ojos una historia como ésta las sensaciones que tengo son varias. Por un lado, mi admiración hacia ellos pensando que nosotros, los españoles, no les llegamos ni a las suelas de los zapatos (en este aspecto). Pero tampoco puedo dejar de pensar que se les va excesivamente la pinza. No sé si realmente todo esto merecerá la pena. Yo me supongo que para ellos sí. Es el consuelo que me queda.

Detrás de ellos también llegaron algunos españoles a lo largo de la tarde. Pero ellos han sido los primeros. Y el tercero ha sido otro argentinito, de 18 años, que ha venido desde Valencia. Ni más ni menos. Otras 24 horas esperando. Sacará su entrada, volverá a casa y el miércoles seguro que estará en el estadio a primera hora.

Lo mejor de todo, le llama mi compañero Jorge (que precisamente también es argentino y como os imagináis está que no caga desde hace unos días) y le pregunta: "¿Y tú qué haces? ¿Estudiás, trabajás?"; a lo que el chaval le contesta: "No, terminé de estudiar y ahora me rasco".

Qué grandes.