lunes, 7 de agosto de 2006

Aranda, la perla del Murcia

Juanmi; Pignol, Cuadrado, Otxoa, Peña; Samuel, Pedro león, Gallardo, Jofre; Antoñito e Iván Alonso.

Podría ser perfectamente el once de un equipo que luche en Primera por la salvación. No lo es. Probablemente sea la alineación titular en algún partido del Real Murcia esta temporada. Y cada vez que lo pienso se me ponen los pelos como escarpias.

Por fin el Murcia ha hecho un equipazo. Ahora faltan que las cosas salgan bien. Que Lucas Alcaraz dé con la tecla correcta, que forme un equipo competitivo, que la afición no se ponga nerviosa si las cosas empiezan mal (la Segunda es muy larga), que toda la plantilla sea una piña y que todos los jugadores se sientan igual de importantes, jueguen o no. Esto úlitmo quizá sea lo más complicado.

Y evidentemente se me viene un nombre a la cabeza. El de Carlos Aranda, último fichaje del equipo grana. ¿Por qué? Nadie duda de la calidad del malagueño. De hecho, a mí siempre me recordó un poco a Ronaldo (salvando las obvias distancias), tanto por el físico como por su juego.

Aranda, de 26 años, destaca por su gran potencia. Además, no está exento de técnica, ni mucho menos. Pero todas sus cualidades siempre han quedado en un segundo plano por sus continuos actos de indisciplina.

Con el Madrid (salió de la cantera) llegó a disputar partidos de Liga de Campeones. Después desfiló por el Numancia, Villareal, Albacete y Sevilla. En ninguno de ellos destacó y siempre dejó una mala huella. La pasada temporada el Albacete estuvo a punto de apartarlo del equipo por su mala relación con César Ferrando y por no comparecer en más de un entrenamiento.

Ahora en Murcia tiene una nueva oportunidad de demostrar que es un jugador de Primera. Esperemos que a Lucas Alcaraz no se le escape de las manos y sea uno de los futbolistas importantes este año en la plantilla. Por el bien del equipo.


Suena: Glory Box, de Portishead.

miércoles, 2 de agosto de 2006

Larga vida a Depeche Mode

Blas.

Ya ha pasado una semana desde el concierto de Depeche Mode en Torrevieja y creo que aún no me he recuperado del todo. Y eso que ya los había visto este mismo año en Madrid (el 6 de febrero, si no recuerdo mal).

No fue ni mejor ni peor. Simplemente distinto. El setlist fue más corto, eso sí (en Madrid tocaron 22 temas y en Torrevieja tan sólo 18). Se echaron en falta sobre todo Just Can’t Get Enough y Everything Counts. Pero fue más espectacular, sobre todo por el alargue de algunos temas como I Feel You o Personal Jesus. A Gahan lo vi igual de entusiasmado y entregado. Tiene un mérito enorme. Con 44 años a sus espaldas demuestra mucha más energía que cualquier cantante de estos grupos salvadores del rock que aparecen ahora (todos sabemos de quién hablamos; el que no, que lo pregunte). No paró de moverse en todo el concierto. Además tiene una voz que impresionante es una palabra que ciertamente se le queda pequeña. (Y tengo testigos, ojo).

(Inciso: Tampoco me quiero olvidar de Martin. Al fin y al cabo a él le debemos todos esos temazos que Gahan canta. Martin es el típico héroe tímido al que es imposible dejar de mirar cuando interpreta Home, y que para los menos devotos siempre estará un escalón por debajo de Gahan. Cruel realidad. Fin del inciso)

Pero escuchar de manera consecutiva I Feel You, Behind The Wheel, World In My Eyes, Personal Jesus y Enjoy The Silence debe ser lo más parecido a estar en el Paraíso rodeado de bellas mujeres y tú como único testigo. Y luego llega el momento de mover las manos de izquierda a derecha con Never Let Me Down Again y ya simplemente chorreas.

Ver a Depeche Mode es un espectáculo único. Una gozada. En serio. Aquel que no los ha visto aún, no sabe lo que se pierde. Tengo un par de colegas que saben de lo que hablo (¿verdad que sí, Robe, Pablo?)


P.D: Aquí os dejo una crónica del concierto, por si queréis ampliar detalles.

P.D2: Y una actuación de Precious, en un concierto de esta gira.


Suena: Street Fighting Man, The Rolling Stones

Camisetas no, títulos sí


Algo está cambiando en el Real Madrid desde la llegada de Ramón Calderón. El presidente está invirtiendo en títulos. Va a lo seguro. Atrás quedó esa política florentinata de apostar por futbolistas cuyos rendimientos distaban mucho entre el marketing y su rendimiento sobre el terreno de juego.

Ahora han llegado Cannavaro, Emerson y Van Nistelrooy. Eso de momento. Sin olvidar a Capello. Todos ellos son ganadores natos, lo han demostrado sobradamente. Aunque desde algunos sectores se está criticando su edad (los tres futbolistas pasan ya la treintena), lo cierto es que esto es algo que no parezca importar mucho a los dirigentes blancos. A mí tampoco. Porque el Madrid necesita ponerse otra vez a la altura del Barça y lograr la Liga o la 'Champions'. Se trata de una prioridad. La afición no perdonaría otro año sin títulos. Si se gana algo, ¿quién se acordará de las 32 primaveras de Cannavaro -elevado a la categoría de mejor jugador en el Mundial, para muchos-?.

Aún faltan por llegar varios refuerzos. Difícilmente serán más veteranos que los que ya han firmado. Ahora se habla de Reyes, De Rossi, Abidal y, cómo no, de Kaká. Lo del brasileño lo veo bastante difícil. Sobre todo porque el futbolista aún no ha mostrado su deseo de venir a Madrid y si en cambio de quedarse en Italia. Con Ronaldo, por ejemplo, no pasó lo mismo. Tampoco dijo públicamente que su deseo era vestir de blanco, pero sí al menos dejó claro que no pretendía seguir en el Inter.

En cualquier caso, soy optimista. Sobre todo por Capello. Aunque su estilo de juego no sea precisamente el del Brasil del 70, siempre garantiza triunfos. Y eso es lo más importante. Porque, ¿qué prefiere usted, jugar bien o ganar?

Pues yo también.


Suena: Walking In My Shoes, Depeche Mode

martes, 1 de agosto de 2006

Syd Barrett, el genio

El otro día murió Syd Barrett -el tipo de la izquierda-, uno de los fundadores de Pink Floyd. Sólo pudo grabar un disco con la mítica banda inglesa. Pero qué discazo. Ese The Piper at the Gates of Dawn (1967). Un álbum único y uno de los más importantes en la historia de la psicoledia. Fue su mejor legado.

Barrett representa a la perfección la imagen de genio díscolo, capaz de lo mejor (ahí está The Piper at the Gates of Dawn) y también de lo peor. Dicen que tras su salida el grupo no volvió a ser el mismo. Evidentemente. En nada se parece ese álbum a The Wall (1979) o The Dark Side of The Moon (1973), por citar algunos. Pero el que nunca volvió a ser el mismo fue Syd Barrett, víctima de un consumo excesivo de drogas (el LSD era su preferida) que le llevaron a perder, literalmente, la cabeza.

Arruinó muchas de las actuaciones del grupo por aquella época. Se le iba la pinza de tal modo que en algún momento llegó a quedarse inmóvil rasgando las cuerdas de la guitarra sin ton ni son. También es famosa la entrevista televisiva en la que se quedó totalmente en blanco.

Las drogas le llevaron a abandonar Pink Floyd a los dos años de su fundación. Se retiró a vivir a casa de sus padres, en Cambridge. Dicen que apenas salía de allí. Y los pocos que le vieron confiesan que estaba completamente loco.

Posteriormente, sus compañeros le dedicaron uno de sus mejores y más importantes discos: Wish You Were Here (1975), cuya canción está dedicada expresamente a él. Pero el tema que rinde un tributo más claro a Syd Barrett es Shine On You Crazy Diamond.


Acojonante. Ya.

Pasen y vean

Lleva ya un tiempo de moda esto de los weblogs. Pero, primero, porque no me apetecía, y segundo, por desidia, nunca me decidí a abrir uno. Y mira que me gusta(ba) leerlos, pero nada. Ahora ya sí. Esto es como los culos. Todos tenemos uno. Y yo no iba a ser menos. Llámenlo falta de personalidad, puede ser. Pero no lo creo.


Aquí probablemente no encuentren lo que buscan. Es más, lo ducho mucho. En cualquier caso les invito -siempre que puedan, por supuesto- a que se den una vuelta de vez en cuando. Quizá se vayan descubriendo o conociendo algo que no sabían. Y ese es mi principal propósito. Al fin y al cabo soy periodista. Y aquí podré hablar de mis dos verdaderas pasiones: el fútbol y la música, la música y el fútbol (aún desconozco cuál de las dos está por encima, pero tampoco me importa mucho saberlo). También hablaré de lo que me dé la gana, por supuesto, que para eso es mi blog.


Y antes de nada, les aclaro que no pretendo dármelas de culto, melómano o cualquier adjetivo que pueda parecerse, como si mis mensajes se tratasen de auténticos dogmas de fe. Todo lo contrario. Sobre todo porque aún me queda muchísimo por saber. Y lo que sé no es ni más ni menos que lo que usted sabe. Así de claro.


Como carta de presentación creo que no ha quedado mal. Supongo que el primer post es el más difícil. Esto es como presentarte a una tía. Primero no sabes qué decirle, pero luego ya te sueltas, sigues hablando, una cosa lleva a la otra y pim pam púm bocadillo de atún, ¿no? Pues eso.
Porque la vida puede ser maravillosa, Salinas!!


Suena: Comfortably Numb, de Pink Floyd.